Las bicicletas son para el verano. Y cuando hay carreras, con más razón. Con esta idea entra la plantilla de Torres en un mes de julio que va a ser más caluroso que cargado de competición para el equipo oscense, por lo que es momento de mostrar todo su potencial en aquellas citas que confíen en su valía. Para dar inicio a este mes, la escuadra se dividirá en dos, con sendos viajes a realizar con destino Vuelta Ávila y Loinatz Proba Klasika de Beasain.
La Vuelta Ávila sigue con paso firme en su regreso al calendario y repite su esquema de tres etapas variadas por la provincia. Con una primera jornada (V5; 16:45) relativamente sencilla y favorable a los ciclistas potentes, la montaña comienza a asomar con la llegada del fin de semana, en una segunda etapa (S6; 11:15) donde el ascenso a Morisco -2ª cat.- marcará las primeras diferencias. Sin embargo, todo quedará abierto para el fin de fiesta camino de El Barraco (D7; 10:30), con hasta cinco pasos de montaña.
La Loinatz Proba Klasika (D7; 09:00) llevará a la otra mitad del plantel hasta tierras vascas para una edición mucho más dura que en años precedentes de la centenaria carrera de Goierri. Con una primera parte de carrera marcada por edos giros a un bucle con paso por ambas vertientes de Atagoiti (3ª), los puestos de honor deberían quedar aún abiertos para el tramo final, donde el encadenado de tres ascensos a Olaberria (3ª) exprimirá a los ciclistas con el añadido de intercalar Gabiria (3ª) y Mandubia (3ª) entre ellos.